¡Hay OTRO DJ Carátula!

Una vez el escritor argentino Julio Cortázar contó jocosamente como una señora en un hotel de La Habana le increpaba que él no era Julio Cortázar. La doña le reclamaba usurpación de personalidad y además le aseguraba que el verdadero escritor era más viejo, más bajito y que vivía en Buenos Aires y no en París. Para el autor de Rayuela esta experiencia le sirvió para explicar la noción de "lo fantástico" y cómo se representa o manifiesta en la literatura.
No soy Julio Cortázar (a quien admiro profundamente) pero me acaba de pasar algo igual que merece convertirse tal vez en un cuento literario.
Insistentemente en los últimos posts de este blog ha escrito un señor diciendo que yo no soy DJ Carátula sino él.
Me invita a revisar Google y YouTube para que me percaté de que estoy haciendo una usurpación de su personalidad "artística". Me sugiere incluso que consulte al "Moreno Michael" porque al parecer él lo representa o algo por el estilo. Que él es muy conocido en Maracay, estado Aragua. Etc., etc., etc.
De hecho revisé YouTube y como es costumbre (una costumbre algo desordenada de este blog) colocaré sus videos para que conozcan al OTRO DJ Carátula.
Entiendo la preocupación de este OTRO DJ Carátula por su extenso currículum, el cual copié tal como está en YouTube y como lo puso en sus comentarios para indicarme vehemente la "afectación" que estoy haciendo en su carrera artística. He aquí la hoja de vida:

Maracay Edo-Aragua Venezuela
1995.Con mas de 15 Primeros lugares en Guerras de Minitecas en los Años 80.
2 Premios Rondas y mas de 20 Disco de Mezcla Incluyendo los Clasicos Magic Mezclas 2, Tambores mix y Socalipsos Mix, Remixes Para las Bandas mas Importantes de Venezuela Banda Show Panama, Santa Martha, Miami Band.
Producciones: Moreno Michael, Anubis Entre otros...

He señalado insistentemente el OTRO, porque en lo absoluto estoy incurriendo en usurpación de personalidad, pues yo también soy OTRO DJ Carátula, tanto como él.
Además, mi estimado tocayo, esa entrevista te la hicieron en 1995 y yo ya tenía seis o siete años que había dejado los platos. Incluso ya había abandonado mi identificación como DJ Carátula, no tan pública como la tuya (aunque sí salí en TV en dos ocasiones: en A Puerta Cerrada en 1984 y mezclando en Sábado Sensacional en la premier de La Generación Halley en 1985) y que utilizaba únicamente entre amigos y conocidos, quienes aún me llaman así en mi edificio y en mi cuadra.
Dejé ese apodo para convertirme en un empleado bancario y retomar mis estudios, aunque para mí esa modesta referencia que aún tienen mis amigos y amigas es el reconocimiento más importante y el único que conservo; por lo que no debes preocuparte por la "afectación" que esto hace a tu carrera musical.
¿Qué el blog sí? Tocayo, el blog es sobre las experiencias de un DJ o Disc Jockey para nuestra época (que puede llamarse como sea y que puedes ser tú mismo) y que cuenta su relación con la música y con las vivencias de haber estado detrás de los platos (yo no quise ser nunca artista).
Además Internet nos permite re-vivir una época para comentarla entre amigos e interesados; y permite además la licencia de tomar la personalidad y el nombre que uno desee como máscara o "Carátula".
Sin embargo, te felicito. Es duro tener que estar por la vida reclamándole a OTRO que no es él sino UNO MISMO...
Aquí les colocó una muestra de el OTRO DJ Carátula, que no soy YO sino ÉL que a fin de cuentas es OTRO.

Entrevista a DJ Carátula en El Show de la Manzana (¿?):


El OTRO DJ Carátula también cantaba:


También imitaba a Vainilla Ice:


Y hacía covers de Proyecto Uno (Una fan enamorada del OTRO DJ Carátula me corrigió: no era Ilegales)


PD: Le agradezco a mi OTRO yo porque me hizo reactivar el blog, el cual estaba abandonado y ya amigos y amigas estaban reclamando. Disfruten los videos del tocayo.

¡La Generación Halley!

Esto debería ser un post más largo. Estaba pensando escribirlo después con más calma, pero me topé con el video en YouTube y no pude contenerme. Bueno, como un adelanto, les cuento que en esta película mucha gente de mi edificio tuvo que ver. Tanto, que amigos de infancia aparecen por allí en pantalla y ellos mismos pueden reconocerse "facilito". Unos hicimos de punk, otros de minitecos, algunos de pavos ceceteros (Juan David y su helado), otros de simples extras. ¿Por qué? Eso lo contaré en otro post. Por ahora, el recuerdo de la primera experiencia cerca del arte del cine, pero del lado maravilloso de quienes lo realizan.
¿La película era mala? Malísima. Pero trataba de lo que hacíamos y vivíamos en esa época; y para más gusto trabajamos en ella (gracias a Ximena)...

La competencia india de Michael Jackson

Sin palabras... La gente dice que los covers son para bien.
Miren éste que le hicieron en la India al Thriller de Michael Jackson:

Enfrentar la nostalgia

Todo disc-jockey de los 80, hoy en día ejecutivo, empleado, vago/maleante o profesor universitario, de repente recibe el llamado de la cultura de esa época que fue tan importante para la música y la sociedad contemporánea. Esto se motoriza cuando aquel joven miniquetero (de entonces 16 ó 17 años) llega irremediablemente a los 40 años de edad.

Entonces comienza a hablar como aquellos tíos que tanto nos burlábamos en los 80, que insistentemente hablaban de sus grupos preferidos de rock y de sus otros héroes en otros géneros musicales en boga para la época. Así se pone uno. De manera también irremediable comienza a contarle a los amiguitos de sus hijos, mientras bailan un reguetón, que no hay nada como Devo, B-52's, Billy Idol, Aditus, Témpano, Berlín, etc, etc, etc. Y comienza a buscar en su habitación fotos que nadie entiende y cassettes que no tiene donde escuchar. Claro, diciendo: "Esta música sí era arrecha. Aquí hay una mezclas depinga. Lástima que no tenemos dónde escucharla. Y lo mezclé yo mismo en mis platos". Y los chamos se preguntan qué coño le pasa a uno y qué coño hacían con "los platos".

Bueno, justo es ese momento, en esa nueva etapa, empieza la búsqueda sistématica de su pasado nostálgico. Se alegra de que las NTIC (Nuevas Tecnologías de la Información y de la Comunicación) facilitan las cosas.

Lo primero; comienza a buscar panas para digitalizar sus cassettes y poderlos escuchar. Luego, como segundo paso, comienza a escanear todas sus fotos de los 80 para mandárselas por email a sus mejores amigos (claro, de entonces, lo cual plantea otro reto: conseguir sus direcciones electrónicas). "Mira, ¿te acuerdas cuando tenía pelo? Coño qué cagada, me decían cotufa porque lo tenía enrrolladito", encabezan esos emails. Algunos son más arriesgados (o ingenuos) y comienzan a mostrar las fotos a sus actuales compañeros de trabajo, nuevas parejas, hijos , sobrinos y hasta alumnos. Sin saberlo, comienza en torno a él una burla sana, ingenua, blanca, y además cree que se la está comiendo.

Seguidamente comienza a digitalizar no sólo los cassettes sino también todos sus discos de acetato y sus compactos con la finalidad de tenerlos en su iPod.

Otro paso importante es adquirir un programa para bajar música de Internet, pues son muchos grupos los que no se consiguen. Se desvelan y amanecen bajando The Human League, Berlin, The Romantics, A Flock of Segulls, Devo, The Go go's, Psychedelic Furs y otras vainas que no se asoman en las tiendas de discos de su ciudad.

Aquí es cuando se topa con el problema más importante: enfrentar la nostalgia. Al bajar toda la música que pudo y poner su iPod a reventar, inicia una oscura y secreta búsqueda en la Red: aquella música que ponía la hermana mayor de uno o la del pana, ésa que estaba buenota y uno fantaseaba como sería cogérsela. La bajada de música pasa increíblemente de una etapa de Iron Maiden, AC/DC, Stix, Duran Duran, Katrina and The Waves y General Public a una extraña fase de José José, El Puma, José Luis Perales, Camilo Sesto, Raphael, Enmanuel, Mari Trini, Amanda Miguel, etc, etc, etc. Y comienza a escuchar esas rolas y a recordar todos sus frustaciones de 17 años, todas sus noches de ron con cocacola al fondo de la fiesta y la sensación de acábose.

Por supuesto, esa música no la comenta con nadie y la escucha solitario en el carro con los vidrios arriba, seguro de que nadie está viendo hacia dónde dirige la mirada...

Uno empieza buscando esto:


Y termina enredado en esto:

Babe we're gonna love tonight

Este era otro "himno nacional", esta vez en el set de "Disco Music". Esta canción del grupo canadiense Lime no sabíamos por qué nos gustaba tanto. Luego, al aprender un poco más de gramática de la música y descubrir que hay "frases pegajosas", entendimos que el "tatata-ta-ta" era el gancho...

B-52's

Cada cierto tiempo, en lo que respecta a la música contemporánea, se habla de los "himnos nacionales". Esto quiere decir, aquellas canciones, en su mayoría interpretadas por grupos llamados OHW (One Hit Wonder o De un solo éxito), que se colocan incansablemente en las estaciones de radio y en las fiestas.
Cuando "mezclábamos" en los 80 tuvimos muchos "himnos nacionales". Pero para muchos el primero sin duda fue Private Idaho de B-52's.
Hablar de este grupo estadounidense (que no fue OHW) merece un post aparte, pero al menos (por ahora) les ofrezco, solemnemente nuestro "Primer Himno Nacional" del set de la música New Wave de los años 80...

Fiestas de miniteca en apartamentos

Recuerdo con mucha nostalgia las fiestas con la miniteca en los apartamentos del edificio. Antes de los grandes salones de fiesta, los glamorosos clubes caraqueños (el Centro Portugués o la Casa Italia eran la consagración) y el Poliedro (el cual era la consagración total), las fiestas de apartamento eran, por decir lo menos, la gloria de un "disc jockey" en ciernes.
Primero era un ambiente distinto. Casi siempre la cumpleañera o el cumpleañero eran "altos panas" y la solidaridad o la camaradería era una constante en la fiesta, incluso desde mucho antes cuando en la mañana llevábamos "el mueble", los platos, las cavas de discos y las cornetas.
Sólo los "altos panas" comenzábamos la fiesta desde temprano y cuando empezaba la verdadera rumba aún estábamos en shorts y casi siempre borrachos.
Mezclábamos la música que más nos gustaba e improvisábamos...
No existía el estrés de la monumentalidad de los equipos que después nos angustiaría, en cuanto a la calidad y, sobre todo, la cantidad del sonido. La cantidad de cornetas era lo de menos (cuando todo se convirtió en negocio se perdió mucha de la magia). Dos monitores de buena marca bastaban para llenar la pequeña sala del apartamento.
La mamá del cumpleañero o la cumpleañera casi siempre también era una "altísima pana". Tanto, que se atrevía a meter a ese "pocos de locos por la música" en su casa, quienes además (¡abusadores!) se traían a sus propios amigos y amigas (o amiguitas).
En conjunto, los invitados de la familia y los invitados de los "minitecos", hacían mucho más pequeño el recinto, pero también más sabrosa la fiesta.
Y las mezclas... Sólo las fiestas de apartamento eran las ocasiones propicias para "sorprender" con nuevas mezclas a los más panas. Como era un sitio cerrado y todos eran íntimos, se podía incluso corregir, volver a hacer la mezcla, preguntarles qué les pareció y consultar si querían oírla de nuevo. Todo un desorden musical.
Por último, aunque los apartamentos de edificio caraqueño (como ahora) eran muy pequeños, éstos eran un mundo, un universo, en donde podía ocurrir cualquier cosa además de la música, el baile, la mezcla y el alcohol. Por ejemplo, la cocina era un lugar de encuentro, un sitio de curda, comida y otras apetencias. Y cuando "los papás" no estaban, los "cuartos" (las habitaciones) eran lugares de especial magia, en los que podían ocurrir tantas cosas como urgencias tenían los curiosos e insaciables adolescentes que llenaban el recinto.
Recuerdo con nostalgia, pero también con mucha felicidad, las fiestas en casa de Pedrito "Lamour", Eduardo "El Sapo", "El Gordo" Claudio, Humberto "Tito", Franco "El Chileno", Federico "Cotufa", Goyito, Luis "El Punk", Lorena, Loryi, Karol, Jemina, Jilka, Oswaldo "Pata de Palo", Trino, Paul "El Libanés" y tantos otros panas que ingenuamente prestaron sus hogares para hacernos (con música y curda) quienes de alguna forma somos hoy.

El pop moderno nació en Alemania

Antes que Britney y que Justin; antes que Michael y que Jennifer; antes que Madonna y que Christina; el verdadero pop se gestó en Alemania con una agrupación superadelantada para la época. Su nombre: Kraftwerk.
En los años 80, el long play Computer World era obligado ponerlo en las fiestas. Sobre todo la pieza Numbers (toda una cabilla). Muchos dj´s lo poníamos sin saber que precisamente ese disco fue el que inspiró a cientos de productores musicales en EEUU para diseñar las "bases" de las canciones para sus cantantes, utilizando las nuevas herramientas que brindaba el uso de ordenadores, sintetizadores, secuenciadores, cajas, entre otros nuevos aparatos.
Esto causó pánico en el showbussines porque los músicos de estudio pensaron que se quedarían sin trabajo. Asimismo, muchos de los cantantes se negaron a grabar canciones "sin músicos". Simplemente con unas cajas negras y un loco tras un sintetizador haciendo las bases rítmicas, la percusión, el bajo, las guitarras, las armonías y las melodías.
Tal vez esto se hizo para ahorrar costos y "crear" éxitos baratos y rápidos. Pero lo cierto es que influyó de manera determinante en la forma de crear y producir música.
Fíjense que el video que les colocaré en este post es de la televisión alemana y es de 1978. ¡1978!. Y ya los Kraftwerk en esos años demostraban lo que imitarían los Herbie Handock y todos lo que vinieron después. Nótese la estética, lo cuidado de la imagen, lo histriónico y la locura de los aparatos empleados.
En un documental de esos que pasa Vale TV (y que nadie ve), que trata sobre la historia de la música contemporánea, se coloca a Kraftwerk como los percursores del pop moderno, los verdaderos iniciadores de la revolución musical después de The Beatles, los auténticos papás de la música break, los progenitores de la base para hacer rap, en definitiva los primeros dioses del Hip-Hop.
¿Eso lo sabrán los raperos?
¡Ah! ¡¡Y vinieron el año pasado a Venezuela!!

¡Devo existe!

¡Viva YouTube! Esta magnífica plataforma-herramienta nos permite saber qué es de la vida de nuestros recuerdos. Cuando mezclaba un set de new wave, era obligatorio colocar Devo. Hoy en día mi triste Ipod no cuenta con ellos porque es imposible conseguir siquiera un "quemaíto" en Caracas, pero entre 1981 y 1986, al menos una vez al día era necesario, imperativo, ineludible, escuchar Whip it, Peek-A-Boo!, That´s girl I Want, Time Out for Fun, Satisfaction (versión new wave ochentosa de los Rolling), Freedom of Choice.
Su primer éxito (al menos por estas tierras) fue Whip It, el cual se constituía como una opción segura para "levantar" una fiesta aburrida después de la medianoche con un movido set de new wave.

Devo nos enseñó también cosas importantes sobre diseño pop, sobre cómo un grupo debe mantener su imagen corporativa de "manera coherente" y como un matero barato puede ser un buen sombrero para un grupo progresista.
Estos chicos, todos especialistas en diseño, vertieron toda su creatividad artística no sólo en sus letras, sino en su vestimenta, puesta en escena, carátulas, calcomanías de los discos, books de los LP´s y, además, todo el marketing alrededor de la marca "Devo", la cual aún puede adquirirse en http://www.clubdevo.com/. Claro, la mayoría de sus integrantes, sobre todo sus dos líderes, Mark Mothersbaugh y Gerald V. Casale, se conocieron en la Escuela de Arte de la Universidad de Kent (EEUU).
Su disco de 1982, Oh No! It´s Devo!, nos regaló los tres últimos grandes éxitos bailables, 100% utilizables en esos set de new wave suave que comenzaba a acercarse al pop moderno. Aquí tres clips de las canciones más populares: That´s good (Pedro L´amour y yo no nos cansábamos de escucharla), Peek-A-Boo y Time Out for Fun.



Devo aún sigue por ahí dando conciertos en EEUU. Mark Mothersbaugh, su líder, pasó los 50 años, (y es un artista plástico con cierta reputación: http://www.mutatovisual.com/). Mark sigue poniéndose su braga de papel, su sombrero de matero y brincando lo que la gordura y los años le permite. El espectáculo tiene todavía cierta fuerza y la puesta en escena se mantiene genial: los movimientos epilépticos, las "caras de loco", los saltos, son similares a los años de su fundación en 1972. Ah, y mantienen casi la misma alineación original...
Miren:

La invasión sureña

La fiebre llegó en forma de cassettes. Un amigo argentino de nombre Giorgio los trajo de su sur natal. Como una revelación (era 1985) llegaron a nuestros oídos Los Prisioneros, Charly García, Soda Stereo, Miguel Mateos, Virus, Los Enanitos Verdes...
La gente en las fiestas los empezó a pedir pero sólo teníamos los cassettes. En Venezuela no se encontraba un sólo disco de ellos en las tiendas. Luego, claro, lo demás es historia. Charly tripeó en Mata de Coco (catedral de esa época) y luego en el The Pub en Chuao tocó el piano "bien peo".
Claro, desde el principio Charly fue el Rey. Raros Peinados Nuevos, Nos siguen Pegando Abajo, Promesas sobre el Bidet, entre otros temas, ponían de cabeza a los "discjockeys" porque intentaban meterlos a la fuerza en los sets de new wave o rock, pero ingenuamente, pues ni idea cuál era el género original de esta música para un set bailable de 15 años, por ejemplo.
Además de Charly, uno de los que más nos sorprendió, sobre todo por las letras, fueron Los Prisioneros de Chile. Temas como Sexo, Sudamerican Rockers, ¿Quién mató a Marilyn?, Maldito Sudaca, entre otras piezas, además de hacernos bailar, removían un tanto la conciencia dormida de tanto adolescente despreocupado. Eran unas letras que no tenían nuestras canciones de rock locales ni sus compañeros sureños.
Para muestra un botón...